¿Y si te dijera que detrás de esos acordes nostálgicos se esconde una tragedia real de contrabando, un disparo en la noche y un inolvidable gesto de compasión?
La famosa canción “María la Portuguesa” de Carlos Cano, un himno de la copla andaluza, no es una obra de ficción. Su letra se basa directamente en un suceso que tuvo lugar en la frontera hispano-portuguesa en enero de 1985. A continuación se describen los hechos y las personas reales involucradas.
En la víspera del Día de Reyes de 1985, Juan Flores se encontraba cruzando el río Guadiana en su embarcación, transportando marisco de contrabando. Fue sorprendido por un guardinha, un miembro de la guardia fronteriza portuguesa. Durante la intercepción, el guardia disparó y mató a Juan Flores.
Tras el suceso, el cuerpo de Flores fue trasladado a un depósito en la parte portuguesa de la frontera, en Vila Real de Santo António, a la espera de los trámites burocráticos para su repatriación.
Debido a los procedimientos administrativos fronterizos, la familia de Juan Flores no pudo cruzar inmediatamente desde Ayamonte para velar el cuerpo. Durante las horas que el cadáver permaneció en el depósito portugués, la única persona que se quedó allí para acompañarlo y velarlo fue Aurora Murta Gonzaga.